Prueba
Después de graduarse con las mejores calificaciones de la maestría y de tener una excelente pasantía, el candidato se frotaba las manos por alcanzar el empleo de sus sueños; como última formalidad tomó la hoja en blanco y dibujó un hombre con los brazos abiertos, el derecho era más largo que el izquierdo, las manos estaban cerradas en puño, y olvidó poner el piso. El pobre candidato pese a las cartas de recomendación, no obtuvo el empleo, sino una camisa de fuerza por una paranoia clínica que le fue diagnosticada después de la prueba psicotécnica.