Doppelgänger
Pasaba las noches mirando el cuadro de uno mis ancestros, tratando de desentrañar su misterio, debatiéndome entre un terrible secreto o la habilidad sin par del artista que lo pintó, como la causa de la mirada que parecía ser cómplice de los pensamientos, que yo trataba de ahogar con ginebra jornada tras jornada, tras las cuales me percaté, de no ser más que un ebrio.