Carrera
Llegué sudando copiosamente, pese a haber corrido treinta cuadras, ha haberme levantado más temprano, e incluso a que mi historia era una nota a nivel nacional, y toda la ciudad había llegado tarde.
El hombre que debía atenderme, prefirió no recibirme, pues todo su cronograma se retrasaría y ya no podría atender a aquellos, que aún no habían llegado.