Buena Vida
- Luis Gabriel Vargas
- 13 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Dos Perros se encontraron en una encrucijada, se olfatearon, se miraron e intercambiaron elogios, para finalmente cuadrar una cita, que ninguno de los dos pensaba cumplir.
Cada perro siguió su camino y se dijo a sí mismo:
-Yo que lo envidiaba, si tan solo se hubiera dejado aconsejar. Ahora sería igual a mí, incluso mejor, porque sus cualidades eran mayores.
El primer perro se miró en un charco y pensó:
- Yo tomé la mejor decisión, me quedé como perro guardián, hay comida y cama a cambio de ladrar un poco y nada más; en fin, una buena vida, un tanto aburrida, pero buena.
El segundo perro meditando mientras le traían su comida, pensó:
- Yo tomé la mejor decisión, me fui a cuidar un rebaño, es difícil, se empapa uno pasando un día, la comida es escasa, se gana poco. Pero nunca se aburre uno, en fin, es una buena vida.
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