La Máquina de Fabricar Libros de Segunda
Los economistas tradicionales nunca proveyeron el proceso denominado “uso de fábrica”, que pese a generar un coste adicional, el cual encarece los costes de producción, ha sido la salvación para evitar los riesgos morales de brindarle a los consumidores utensilios perfectamente recién manufacturados, a bajos costes.
Las máquinas necesarias para este escalón económico se encargan de darle vueltas a las páginas de los libros, doblarles aleatoriamente de tanto en tanto una hoja y, de cada tres puntas dobladas, desplegar una. Así es como los empresarios han podido diversificar distintos rubros: libros perfectamente nuevos, libros de segunda en buenas condiciones y libros robóticamente usados.
Por supuesto los libreros de segunda fueron barridos de la ecuación, pues nadie desea un libro de segunda por más buen estado que tenga, si puede poseer un libro nuevo usado previamente, pero con la garantía de estar cien por ciento libre de vista humana, que tanto amarilla las hojas.